Gasol será el primer español que luchará por el título de campeón de la NBA, ya hera hora.

Pau Gasol sabe desde hace tiempo que los sueños se hacen realidad, que es posible alcanzar el cielo, incluso tener el sol al alcance de la mano. Lo importante, siempre, jugando en el Barça, con la selección española o en la NBA, ha sido no rendirse. Y si su empeño, su tesón, su resistencia, su esfuerzo, su mente y su talento le han dado la razón hasta ahora, llevándole hasta la conquista de cimas cada vez más altas en un viaje de éxtasis, también para sus seguidores, pocas veces lo conseguido ha sido personalmente tan emocionante e históricamente tan relevante como lo logrado el jueves.
Con una victoria en el Staples Center sobre los Spurs de San Antonio, los Lakers de Los Ángeles sellaron un contundente 4-1 en la eliminatoria y se coronaron campeones de la Conferencia Oeste. El equipo entrenado por Phil Jackson vuelve a asaltar el anillo cuatro años después de hacerlo por última vez. Pero ahora en ese cuadro obligado a arrastrar, respetar y alimentar una historia de lujo, figura también Gasol. A los 27 años, está, al fin, en una final de la NBA. Y con eso no solo cumple su sueño. También alimenta la historia. Porque el de Sant Boi ha conseguido lo que ningún español había logrado jamás.