Políticas sociales

Los periodos de crisis o recesión económica siempre afectan gravemente a las personas y colectivos marginales con escasos recursos o que padecen algún tipo de exclusión social. Los responsables públicos deberían ser conscientes de estos hechos evidentes y adoptar las medidas necesarias para paliar estas situaciones en vez de jugar con el dinero de los contribuyentes para amortizar la mala gestión de algunas empresas privadas con el destino de grandes partidas económicas y exenciones fiscales.

No sé ni me interesa qué sistema económico o político es el más justo, lo que sí sé es el compromiso que deberían tener los gobernantes con los colectivos menos favorecidos económica y socialmente, en vez de dejar en las manos de las ONG la responsabilidad que le corresponde a ellos. ¿Qué les soluciona a las personas que perciben prestaciones no contributivas una paga anual de doscientos euros? ¿No sería mejor incrementar su importe mensual, que actualmente no llega ni a los cuatrocientos euros? Se incrementan los importes de las prestaciones por desempleo y las cuantías económicas que percibir, ¿qué ocurre con las personas que no tienen trabajo ni periodo de carencia suficiente para percibirlas o con los autónomos que se ven obligados a cerrar sus negocios?

¿Qué pasa con las personas que malvivían al margen del marco legal laboral, a través de la economía sumergida, con trabajos precarios? ¿Qué tipo de ayudas y coberturas podrán recibir ellos y sus familias? Muy bien por la moratoria en las hipotecas y la cobertura de una póliza de seguros ante los impagos por la compra de bienes de consumo, pero ante la falta o carencia total de ingresos en familias humildes; ¿quién se hace cargo? Qué decir de las viviendas, que son un derecho constitucional. ¿Cómo se van a afrontar las hipotecas y rentas tan elevadas de los arrendamientos para poder disfrutar de una vivienda familiar, usada exclusivamente para eso y no para enriquecerse ni especular con ella? En nuestra sociedad se dieron pasos importantes para universalizar, como un derecho básico, la sanidad, la educación y el empleo, ahora deberá ser la vivienda el próximo objetivo de nuestros políticos para garantizar a todas las familias con escasos recursos un techo y un salario social mínimo para subsistir con la dignidad suficiente.

Sin duda alguna las épocas de crisis son necesarias para mirar hacia atrás y reconocer errores, tomando nuevas decisiones que consigan disminuir las grandes diferencias sociales que aún existen en muchas comunidades. Para eso es cada vez más importante adoptar una conciencia social para acabar con estas situaciones injustas e insolidarias.

Fuente: Lavanguardia.es